Instrumentación cervical, dorsal y/o lumbar para patología de columna vertebral
La patología de la columna vertebral está entre los padecimientos más numerosos de la consulta en general, y un sinnúmero de estas patologías requieren de tratamiento quirúrgico, es común la colocación de implantes en la columna ya sea para proporcionar estabilidad a algún segmento dañado, aliviar, la carga segmentaria, restablecer la anatomía en cirugía resectiva, y en patología traumática, proporcionar las condiciones adecuadas para movilizar pacientes con columna inestable, los procedimientos son variados, colocación de placas anteriores, prótesis de discos, cajas para fusión de segmentos, tornillos y barras, espaciadores.
La instrumentación de la columna vertebral ha conocido diferentes revoluciones: la instrumentación de Harrington, las placas de Roy-Camille y el material de Cotrel-Dubousset sin olvidar al médico Mexicano Eduardo Luque R. El perfil sagital raquídeo se tiene en cuenta desde hace poco tiempo, y la última novedad es la cirugía percutánea. Las fijaciones raquídeas se realizan sobre las espinosas, las láminas, las apófisis articulares o transversas o el cuerpo vertebral aunque, actualmente, la fijación más utilizada es el pedículo. Los medios de fijación son variados y van desde hilos de acero a ganchos; hoy día, la preferencia son los tornillos pediculares por acceso posterior y corporales por acceso anterior. Los medios de conexión entre los puntos de fijación son las barras, que han sustituido a las placas, aunque también se utilizan hilos, ligamentos y cajas intersomáticas. La conexión entre los elementos de fijación y de unión se realiza mediante tuercas, bloqueadores o clips, aunque principalmente mediante tapones atornillados en el cuerpo abierto de los implantes. Puesto que la columna vertebral no es un hueso largo, su osteosíntesis debe responder a criterios precisos con un injerto óseo para que sea duradera. La columna vertebral no es plana de perfil y la osteosíntesis debe respetar o restaurar las curvas fisiológicas. Así mismo, la osteosíntesis debe respetar las zonas de cifosis y de lordosis para restaurar la anatomía y conseguir una columna vertebral equilibrada. Las maniobras óseas no deben ser perjudiciales sobre la función de protección nerviosa de la columna vertebral.
Por vía posterior, la fijación mediante tornillos se realiza sobre el occipital, las masas laterales de C1, los pedículos de C2, la odontoides, los macizos articulares cervicales, en transarticular (C1-C2) y en los pedículos en los niveles torácico, lumbar y sacro. La vía anterior permite colocar los tornillos en el cuerpo vertebral. En todos los niveles, se utilizan con frecuencia los ganchos (laminares o pediculares) orientados hacia arriba o hacia abajo en pinza, para una fijación neutra. Las cajas, colocadas por acceso posterior o anterior, mantienen el espacio intervertebral. La reducción de las lesiones mediante atornillado en compresión suele ser indirecta. La distracción-compresión que produce la separación (o aproximación) de los extremos del montaje tiene un efecto de traslación sobre el vértice de la deformación. La traslación del vértice tiene un efecto de distracción (o de compresión) sobre los extremos del montaje. También se puede conseguir la corrección mediante la rotación de la barra o combándola in situ. El objetivo de la osteosíntesis es conseguir una fijación raquídea sólida en buena posición para esperar que se realice la consolidación en las mejores condiciones.
El Dr. Ochoa le indicara el mejor procedimiento para su patologia, no dude en sacar una cita para su valoración.